Los sistemas de producción intensiva de cerdos resultan predominantes en el sector porcino en Europa, presentando un gran impacto en términos de contaminación del agua, el suelo y el aire. Debido a la presencia de valores especialmente altos de amoníaco, metano, partículas y compuestos orgánicos volátiles, las grandes naves de cerdos pueden presentar una mala calidad del aire, que puede perjudicar la salud de los animales y los trabajadores.

• El amoníaco provoca la acidificación del suelo, el enriquecimiento de nutrientes de los ecosistemas, además de la eutrofización terrestre y acuática. Además, en la atmósfera puede producir N₂O o reaccionar con otras sustancias para producir partículas.
• Las PM son una amenaza para la salud humana, ya que es responsable de los trastornos y enfermedades del sistema cardiorrespiratorio.
• Los compuestos orgánicos volátiles (COV) a menudo se asocian a partículas de polvo y constituyen un problema ambiental relacionado con la cría intensiva de cerdos.